viernes, 20 de marzo de 2009

Experimentos

The Milgram Experiment

Este experimento es uno de los más famosos en dónde el propósito es entender la maldad en las personas. Este experimento se llevó a cabo en 1961, tres meses después de que empezaran los juicios del criminal nazi Adolf Eichmann en Jerusalén. En los juicios Eichmann afirmaba que el seguía órdenes y que los judíos eran una estadística, el no era un fanático antisemita. Es gracias a esta idea que el profesor de la universidad de Yale, Stanley Milgram, decide medir la obediencia a una figura de autoridad, el cual le pide que cometa actos que ponen en conflicto su conciencia.

The legal and philosophic aspects of obedience are of enormous importance, but they say very little about how most people behave in concrete situations. I set up a simple experiment at Yale University to test how much pain an ordinary citizen would inflict on another person simply because he was ordered to by an experimental scientist. Stark authority was pitted against the subjects' [participants'] strongest moral imperatives against hurting others, and, with the subjects' [participants'] ears ringing with the screams of the victims, authority won more often than not. The extreme willingness of adults to go to almost any lengths on the command of an authority constitutes the chief finding of the study and the fact most urgently demanding explanation. Ordinary people, simply doing their jobs, and without any particular hostility on their part, can become agents in a terrible destructive process. Moreover, even when the destructive effects of their work become patently clear, and they are asked to carry out actions incompatible with fundamental standards of morality, relatively few people have the resources needed to resist authority.
"The Perils of Obedience" Stanley Milgram 1974

El experimentador (investigador de la universidad)
El maestro (el voluntario)
El alumno (cómplice, finge electroshocks)

El proceso comienza así. el maestro y el alumno toman papelitos que designan su rol, ambos decían maestro para que forzosamente le tocara el rol de maestro al voluntario. A ambos se les da una descarga de 45 volts para que el maestro sepa del dolor que recibirá el alumno si se le castiga. Son separados por un módulo de vidrio en donde no se pueden ver pero se pueden comunicar. El maestro le hace un a serie de preguntas, si la respuesta es incorrecto, el alumno recibirá del maestro una primera descarga de 15 volts que irá aumentando en intensidad hasta los 30 niveles de descarga existentes, es decir, 450 volts.

El maestro cree que está dando descargas al alumno cuando en realidad todo es una simulación. El alumno ha sido previamente aleccionado por el investigador para que vaya simulando los efectos de las sucesivas descargas. Así, a medida que el nivel de descarga aumenta, el alumno comienza a golpear en el vidrio que lo separa del maestro y se queja de su condición de enfermo del corazón, luego aullará de dolor, pedirá el fin del experimento, y finalmente, al alcanzarse los 270 volts, gritará de agonía. Lo que el participante escucha es en realidad un grabación de gemidos y gritos de dolor. Si el nivel de supuesto dolor alcanza los 300 volts, el alumno dejará de responder a las preguntas y se producirán estertores previos al coma.

Por lo general, cuando los maestros alcanzaban los 75 volts, se ponían nerviosos ante las quejas de dolor de sus alumnos y deseaban parar el experimento, pero el investigador les hacía continuar. Al llegar a los 135 volts, muchos de los maestros se detenían y se preguntaban el propósito del experimento. Cierto número continuaba asegurando que ellos no se hacían responsables de las posibles consecuencias. Algunos participantes incluso comenzaban a reír nerviosos al oír los gritos de dolor provenientes de su alumno.

En el experimento original, el 65% de los participantes (26 de 40) aplicaron la descarga de 450 volts, aunque muchos se sentían incómodos al hacerlo. Todo el mundo paró en cierto punto y cuestionó el experimento, algunos incluso dijeron que devolverían el dinero que les habían pagado. Ningún participante se negó rotundamente a aplicar más descargas antes de alcanzar los 300 volts.

Resúmen de Obedience to Authority de Stanley Milgram
http://pagesperso-orange.fr/qualiconsult/milgramb.html#demarche

Stanford Prison Study

Documental de la BBC


Quiet Rage: The Stanford Prison Experiment. Documental escrito por Zimbardo.


Otro famoso experimento, y creoque el más elaborado, esta vez conducido por el psicólogo Philip Zimbardo en 1971. El experimento quería explorar lo que estar prisionero y las autoridades dentro de ella, afectan psicológicamente a una persona. Convirtieron el sótano del departamento de psicología de Stanford en una prisión falsa. A los voluntarios se les hizo una prueba donde comprobaban su buena salud y su estabilidad mental. Los estudiantes eran hombres estudiantes universitarios y se dividió en 12 prisioneros y 12 guardias, Zimbordo se nombra superintendente.

Se establecieron varias condiciones específicas que esperaba que provocaran la desorientación, la despersonalización y la desindividuación. También se les brindó uniformes y a los guardias se les dio porras de madera. A diferencia de los prisioneros, los guardias trabajarían en turnos y volverían a casa durante las horas libres, aunque durante el experimento muchos se prestaron voluntarios para hacer horas extra sin paga adicional. Los prisioneros debían vestir sólo batas sin ropa interior y sandalias con tacones de goma, para forzarles a adoptar “posturas corporales no familiares” y contribuir a su incomodidad para provocar la desorientación. Se les designaría por números en lugar de por sus nombres. También debían llevar medias de nylon en la cabeza para simular que tenían las cabezas rapadas, a semejanza de los reclutas en entrenamiento. Además, llevarían una pequeña cadena alrededor de sus tobillos como “recordatorio constante” de su encarcelamiento y opresión. El día anterior al experimento, los guardias asistieron a una breve reunión de orientación, pero no se les proporcionaron otras reglas explícitas aparte de la prohibición de ejercer la violencia física. Se les dijo que era su responsabilidad dirigir la prisión, lo que podían hacer de la forma que creyeran más conveniente. A los prisioneros se les dijo simplemente que esperara en sus casas y que los visitarían el día que empezara el experimento. Sin previo aviso fueron culpados de robo a mano armada y arrestados por policías reales del departamento de Palo Alto, que cooperaron en esta parte del experimento. Los prisioneros pasaron un procedimiento completo de detención por la policía, incluyendo la toma de huellas, que se les tomara una fotografía para ser fichados y se les leyeran sus derechos. Tras este proceso fueron trasladados a la prisión ficticia, donde fueron inspeccionados desnudos, “despiojados” y se dieron sus nuevas identidades.

El experimento se descontroló rápidamente. Los prisioneros sufrieron y aceptaron un tratamiento sádico y humillante a manos de los guardias, y al final muchos mostraban graves trastornos emocionales. El primer día fue bastante tranquilo, fue el segundo día donde se desató un motín. Los guardias se prestaron como voluntarios para hacer horas extras y disolver la revuelta, atacando a los prisioneros con extintores sin la supervisión directa del equipo investigador. A partir de este momento, los guardias trataron de dividir a los prisioneros y enfrentarlos situándolos en bloques de celdas "buenos" y "malos", para hacerles creer que había "informantes" entre ellos. Esta treta fue muy efectiva, pues no se volvieron a producir rebeliones a gran escala. Se abandonaron rápidamente la higiene y la hospitalidad. El derecho de ir al lavabo pasó a ser un privilegio que podía ser denegado. Se obligó a algunos prisioneros a limpiar retretes con sus manos desnudas. Se retiraron los colchones de las celdas de los "malos" y también se forzó a los prisioneros a dormir desnudos en el suelo de hormigón. La comida también era negada frecuentemente como medida de castigo. También se les obligó a ir desnudos y a llevar a cabo actos homosexuales como humillación. El propio Zimbardo ha citado su propia implicación creciente en el experimento, que guió y en el que participó activamente. En el cuarto día, él y los guardias reaccionaron ante el rumor de un plan de huida intentando trasladar el experimento a un bloque de celdas reales en el departamento local de policía porque era más "seguro". La policía rechazó su petición, alegando preocupaciones por el seguro y Zimbardo recuerda haberse enfadado y disgustado por la falta de cooperación de la policía.

A medida que el experimento evolucionó, muchos de los guardias incrementaron su sadismo, particularmente por la noche, cuando pensaban que las cámaras estaban apagadas. Los investigadores vieron a aproximadamente un tercio de los guardias mostrando tendencias sádicas "genuinas". Muchos de los guardias se enfadaron cuando el experimento fue cancelado. Un argumento que empleó Zimbardo para apoyar su tesis de que los participantes habían internalizado sus papeles fue que, cuando se les ofreció la "libertad condicional" a cambio de toda su paga, la mayoría de los prisioneros aceptó el trato. Pero cuando su libertad condicional fue "rechazada", ninguno abandonó el experimento. Zimbardo afirma que no tenían ninguna razón para seguir participando si eran capaces de rechazar su compensación material para abandonar la prisión.

Los prisioneros empezaron a mostrar desórdenes emocionales agudos. Un prisionero desarrolló un sarpullido psicosomático en todo su cuerpo al enterarse de que su "libertad condicional" había sido rechazada. Dos de ellos sufrieron traumas tan severos que se les retiró del experimento y fueron reemplazados. Uno de los prisioneros de reemplazo, el Prisionero número 416, quedó horrorizado por el tratamiento de los guardias y emprendió una huelga de hambre. Se le recluyó en confinamiento solitario en un pequeño compartimento durante tres horas, en las que le obligaron a sostener las salchichas que había rechazado comer. El resto de los prisioneros lo vieron como un alborotador que buscaba causar problemas. Para explotar este aspecto los guardias les ofrecieron dos alternativas: podían o bien entregar sus mantas o dejar al Prisionero número 416 en confinamiento solitario durante toda la noche. Los prisioneros escogieron conservar sus mantas. Posteriormente Zimbardo intervino para hacer que 416 volviera a su celda.

Zimbardo decidió terminar el experimento prematuramente cuando Christina Maslach, una estudiante de posgrado no familiarizada con el experimento objetó que la "prisión" mostraba unas pésimas condiciones tras ser introducida para realizar entrevistas. Zimbardo se percató de que, de las más de cincuenta personas externas al experimento que habían visto la prisión, ella fue la única que cuestionó su moralidad. Tras apenas seis días, ocho antes de lo previsto, el experimento fue cancelado.

Se le considera a este experimento como fallido. Se critica de los voluntarios seguían los clichés de comportamiento, y que simplemente se encontraban actuando, ¨role-playing". Los resultados del estudio nunca fueron publicadas en ninguna revista (peer-reviewed journal) por lo que es difícil interpretar el valor de sus resultados.

The Lucifer Effect: Understanding How Good People Turn Evil, Philip Zimbardo (part 1)



The Third Wave

Nombrado la tercera ola, por la creencia de que la tercera en una serie de olas en el mar es siempre la última y la más grande.

Este es un experimento bastante interesante, se han hecho novelas y películas inspirada en este experimento, pero aún así no se sabe mucho ni de su proceso ni resultados. Este experimento fue llevado a cabo por el maestro de secundaria Ron Jones, quien impartía la materia de Historia contemporánea en la escuela Cubberly High School in Palo Alto en 1967. Su experimento trata dar una demostración del movimiento nazi alemán a sus alumnos. Donde más información existe de esto, es un ensayo escrito por Jones seis años después. El primer día empezó con tareas sencillas como sentarse correctamente, marchar y sentarse sin hacer ruido. En el segundo día ya había logrado moldear si clase en un grupo con un gran sentido de disciplina. Incluso se creó un saludo similar al saludo nazi el cual empleaban entre sí. Para el tercer día más alumnos se unieron y sus promedios académicos mejoraron y su motivación se elevó. Se crearon membresías y aún más estudiantes se unieron e inclusive cuando algún miembro no cumplía las órdenes debidamente, le avisaban a Jones. En el cuarto día se les anunció que esto era parte de un movimiento nacional y que al día siguiente un candidato presidencial del movimiento anunciaría públicamente la existencia del movimiento, por lo que al día siguiente tenían que atender la reunión. En vez de un discurso televisivo del líder, se les presentó un canal sin información. Después de unos minutos, Jones anunció que habían sido parte de un experimento que estudiaba el fascismo, y que todos voluntariamente habían creado un sentido de superioridad como lo hicieron los ciudadanos nazi. Después Jones les puso una película del regimiento nazi y dio por concluido el experimento.

The Third Wave Ron Jones (1972)
http://web.archive.org/web/20080211081934/http://www.vaniercollege.qc.ca/Auxiliary/Psychology/Frank/Thirdwave.html

La página de Ron Jones
http://www.ronjoneswriter.com/index.html

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